¿Qué es el juego heurístico?
El juego heurístico es un término acuñado en la década de 1980 por la psicóloga Elionor Goldchmied para referirse a la actividad lúdica natural de los bebés y los niños mientras juegan y exploran las características de los objetos del mundo real.
Básicamente, se trata de un juego no dirigido que pone en contacto a los niños con una gran variedad de objetos cotidianos, con el objetivo de brindarles diferentes oportunidades de estimulación sensorial. A través de esa exploración los peques comienzan a dar un sentido al mundo que les rodea y a tomar sus propias decisiones.
Los beneficios del juego heurístico para los niños pequeños
El juego heurístico es muy beneficioso para los peques puesto que:
Estimula sus habilidades cognitivas permitiéndole comprender mejor el mundo y establecer conexiones entre los objetos.
Desarrolla la imaginación y la creatividad infantil.
Fomenta la atención y la concentración.
Favorece las habilidades perceptivas, sobre todo el tacto, la visión y el oído a través de la manipulación de los objetos.
Mejora tanto la motricidad gruesa como la fina.
¿A partir de qué edad se puede comenzar a jugar?
El juego heurístico se basa en la exploración sistemática, por lo que se puede introducir en niños de 12 meses, cuando ya tienen las habilidades necesarias para mantenerse en equilibrio y desplazarse con cierta autonomía. Se puede mantener hasta los 2 años de edad, momento a partir del cual sus intereses lúdicos cambian y este juego deja de resultarles interesante.
¿Cuál es el rol de los adultos en este juego?
El papel de los adultos en el juego heurístico es sentarse y mantenerse en un segundo plano, interviniendo solo cuando el niño se lo pide. De hecho, es fundamental que los peques puedan moverse, jugar y explorar libremente sin ninguna distracción.
Los niños deben explorar los objetos a su propio ritmo, deteniéndose en aquellos que le resulten más atractivos. Los adultos deben recordar que se trata de una actividad no directiva, por lo que su papel es asegurarse de que el niño juegue con seguridad y de que no se produzcan peleas. Eso significa que tampoco debes elogiar determinados comportamientos ni sugerir qué deben hacer los pequeños.
¿Cómo organizar el juego heurístico?
Lo usual es que una sesión de juego heurístico dure unos 30 minutos, aunque dependerá del interés que muestren los niños. Nunca se les debe obligar a jugar si han perdido el interés y se aburren.
Prepara el material. Lo ideal es que en el espacio de juego no se encuentren otros juguetes que puedan distraer a los niños. Si hay varios pequeños, se pueden preparar diferentes puntos de juego, agrupando los objetos según sus características. Si se trata de un solo niño puedes llenar una “cesta de los tesoros” con unos 20 o 30 objetos de la vida cotidiana. Puede ser cualquier cosa, desde cajas pequeñas hasta corchos, cepillos, cintas de colores, piedras, plumas, anillos de metal, cuencos de madera… Cada cierto tiempo puedes ir incluyendo nuevos objetos para mantener activo el interés del niño.
Deja que los niños exploren. Cuando los niños lleguen al espacio de juego, deja que exploren libremente los diferentes objetos que has reunido. Lo usual es que primero se fijen en las características de los objetos y luego se pregunten qué pueden hacer con ellos, por lo que comenzarán a manipularlos: los destaparán, cerrarán, apilarán, girarán… Las opciones son infinitas.
Recoger los objetos. Cuando los pequeños pierdan el interés, pídeles que te ayuden a organizar y clasificar el material, colocándolo donde corresponde. Puedes aprovechar este momento para decirle el nombre de cada objeto y hacerle notar la relación entre algunos de ellos.